El bizcocho es como la tortilla de patatas, todo el mundo le pone los mismos ingredientes pero a cada uno le sale con un puntito diferente: más esponjoso, más suave, más dulce...
Además, admite todo tipo de "mejoras" como las almendras, nueces, chocolate, manzana, zanahoria, platano y toda clase de colorantes y aromas. Vaya, qué la variedad está servida.
La receta original que yo conozco es esta:
- 1 Yogurt natural
- Con la misma medida del yogurt, 3 partes de harina
- 2 de azúcar
- 1 de aceite
- 3 huevos
- 1 sobrecito de Royal
Una vez que tenemos todo preparado, ¡comenzamos!
Primero tenemos que tamizar la harina y mezclarla con el sobrecito de Royal.Más tarde, incorporamos el azúcar, el yougurt, los huevos y el aceite. Cuando tengamos todo bien mezclado, lo echamos a un molde previamente engrasado y lo introducimos en el horno a 180 grados unos 30 minutos.
Y ¡ya está! Receta más sencilla, no hay.
En cuanto metamos el palillo en el bizcocho y comprobmeos que sale limpio, lo sacamos del horno y le colocamos un trapo de cocina por encima hasta que se enfríe totalmente.
El mejor momento para disfrutar de un gran trozo de bizcocho es el final del día. Una vez que están todos durmiendo y tras una dura jornada, siéntate en el sofá y prepárate un tacita de té verde y dale un gran mordisco al bizcocho, de esos que hacen que se te caigan las migas por todos lados...¡qué lujo!
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